¿Cuánta mejora es “suficiente”?
Se debería enfatizar que el requisito
de ISO 9001 es para la mejora continua de la eficacia del Sistema de Gestión de la Calidad.
La mejora continua se origina en los
objetivos establecidos por la alta dirección, en los cuales se deberían abordar
(como mínimo) los siguientes elementos: la mejora de la eficiencia interna
(para que la organización continúe siendo competitiva económicamente), las
necesidades de los clientes individuales y el grado de desempeño que
normalmente espera el mercado.
Por ejemplo, en el sector aeronáutico, la
“tasa aceptable” de producto no conforme entregado es de cero por ciento, de
modo que no sería útil para la organización establecer objetivos para una
“mejora” de esta tasa. Sin embargo, sería útil para la organización tener
objetivos encaminados hacia la mejora de su eficiencia interna y su
competitividad (por ejemplo a través de la innovación).
El auditor debería intentar determinar
si el auditado ha tratado de instaurar objetivos que establezcan la correlación
entre los tres factores: objetivos corporativos, necesidades del cliente y
expectativas del mercado. Por lo tanto, depende de la organización equilibrar
la necesidad de mejorar la eficiencia interna y la necesidad de progresar con
desempeño externo (aunque las dos se relacionan estrechamente). Ninguna de
ellas aislada se puede considerar “suficiente” o “insuficiente”.
Un área que puede ser problemática para
el auditor es saber qué es una referencia razonable del mercado. Continuando
con el ejemplo aeronáutico anterior, si la organización anuncia que ha mejorado
de un nivel de 50% de producto no conforme entregado a un 40%, esto demostraría
una mejora continua, pero difícilmente sería aceptable dada la tasa normal de
cero por ciento del sector industrial. Sin embargo, si anuncia que ha
establecido un objetivo para mejorar su desempeño de 0,50% a 0,40%, esto
estaría mucho más cerca de la norma del mercado.
La única solución real para el auditor
es verificar la forma en que la organización ha determinado esta propuesta de
tasa de mejora, cómo ha evaluado los riesgos asociados y cómo se relaciona esto
con los requisitos del cliente y el monitoreo de la retroalimentación sobre la satisfacción del cliente.
Sería casi imposible emitir un reporte
de no conformidad (RNC) que declare “No hubo suficiente mejora continua”.
¿Qué tipo de información es pertinente y dónde se puede
encontrar?
El auditor tiene que verificar cómo se han
traducido los objetivos globales de la corporación en los requisitos internos,
a través de los procesos adecuados, y cómo se comunican y monitorean estos
requisitos. De este modo, el auditor debería buscar evidencia de que la
organización está analizando los datos provenientes del monitoreo del proceso y
que está tomando ventaja de los resultados para evaluar la eficiencia del
proceso y/o mejorar la salida del proceso. Un punto que se debería examinar
específicamente es la consistencia de la forma en que la mejora de cualquier
proceso contribuye al cumplimiento de los objetivos globales para garantizar
que ésta no causará conflicto en el logro de otros objetivos.
ISO 9001 lista un número de áreas que
un auditor puede valorar para obtener evidencia tanto de la planificación como
de la implementación real de la mejora. Los ejemplos de las áreas en que se
puede mejorar el sistema de gestión de la calidad incluyen, entre otras:
o
comunicaciones internas,
o
actividades de seguimiento,
o
procedimientos documentados,
o
eficacia de las reuniones de revisión
por la dirección,
o
sistemas de retroalimentación del
cliente, y
o
programas de capacitación (por ejemplo
para auditores internos o de gestión).
El tipo de información que un auditor
necesita buscar consiste en la evidencia de cómo se traducen los objetivos
corporativos en los objetivos específicos del SGC. Por ejemplo: una
organización podría establecer un objetivo para reducir los reclamos de los
clientes en 30%. El análisis de la alta dirección muestra que el 50% de los
reclamos se relacionan con retraso en las entregas. El auditor debería entonces
buscar evidencia de que la organización está monitoreando y analizando los
aspectos clave de sus actividades de programación y planificación, a través de
sus procesos, y de las interfaces de los procesos para reducir los retrasos.
¿Mejora del producto, del proceso o mejora del SGC?
Es importante entender que la mejora
continua no sólo implica necesariamente la mejora continua del proceso o del
producto sino que también se puede, y se
debería, aplicar al propio sistema de gestión de la calidad.
Es conveniente que el auditor recuerde
que no sería realista esperar que una organización haga progresos en todas las
mejoras potenciales simultáneamente. La mejora continua se debería interpretar
como una actividad recurrente (paso a paso). Lo que esto implica es que cuando
se identifican las oportunidades de mejora y cuando tales mejoras se
justifican, es necesario que la organización decida cómo las va a implementar,
con base en los recursos disponibles.
Cada mejora requerirá del compromiso de
recursos, que pueden necesitar determinación de la prioridad por parte de la
alta dirección, especialmente cuando se necesitan inversiones. En cambio el
auditor debería intentar asegurarse de que los objetivos de mejora son
consistentes en su totalidad y coherentes con la trilogía de factores
mencionados anteriormente. Sin embargo, una organización que no tiene una
política ni unos objetivos relacionados con la mejora continua, claramente no
cumple la norma. De forma similar, la ausencia de cualquier evidencia de mejora,
al menos en uno de estos aspectos, se debería considerar indicación de que la
política de calidad de la organización no está en línea con ISO 9001.
Una advertencia: No existe requisito de
que la organización debería establecer objetivos para la mejora de todos sus
procesos a la vez. Como se indicó en el ejemplo anterior de reducir los
reclamos de los clientes, la alta dirección puede considerar que algunos
procesos no contribuyen significativamente a la reducción de los retrasos y por
lo tanto es normal que la organización no se concentre en estas áreas.
Si la alta dirección ha establecido un
objetivo (realista) para un proceso y no hay evidencia de mejora, esta información
se debe retroalimentar a la revisión por la dirección, de tal manera que la
alta dirección pueda decidir qué tipo de acción es adecuada - por ejemplo,
reajustar el objetivo o proporcionar otros medios para tener impacto en el proceso.
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